¿QUÉ SE SABE DEL TALENTO?

Se oye mucho hablar de talento, de lo importante que es para las empresas captar y retener el talento.

EL TALENTO, por Roberto Luna.

La palabra talento es una de las más ambiguamente utilizadas en muchos escenarios, pues algunos la utilizan para señalar al extraordinario Rafael Nadal y otros para hablar de un excepcional violinista. Y parece como que o se nace con este “don” o ya no se tiene talento. Por talento entendemos un área donde somos muy buenos, quizá extraordinarios, o al menos mucho mejor en nuestro rendimiento. Esto es así porque aplicamos nuestras habilidades de modo muy ajustado y, aparte, porque nos gusta. Eso permite que poco a poco profundicemos y cada vez tengamos más habilidades y conocimiento, y así construimos nuestras competencias (conocimiento, habilidades y actitud). Por lo tanto, es verdad que genéticamente podemos tener una influencia inicial, pero nos quedan al menos más de 75 años para crecer dia a día y aprender, mejorar, entrenar y practicar. El talento se entrena y se desarrolla, este es el mensaje más claro que sabemos actualmente y que tan claramente nos muestran los últimos estudios desde la neurociencia.

Eso sí, para tener talento necesitamos tener un objetivo claro sobre el que entrenar de modo intenso y centrado en la mejora, necesitamos tener una actitud fuerte y resiliente, y además conocer y comprender el entorno de nuestra competencia. Todo eso se aprende en el día a día. Por lo que hay gente que podría haber desarrollado su talento y no lo ha hecho, y otros sin embargo lo han focalizado desde pequeños. Eso les da una ventaja en entrenamiento intenso de más de 10.000 horas que difícilmente se puede alcanzar solo con una decisión de un día para otro. Detrás de cada persona con talento hay esfuerzo, constancia, entrenamiento, actitud positiva y mucho foco en un objetivo.

Además, todos tenemos la posibilidad de aplicar nuestro talento a muchas actividades diferentes, solo hay que analizar nuestros puntos fuertes para qué tipos de trabajos profesionales o actividades más pueden servir. No hay un trabajo solo por vida, hay competencias de talento que sirven para muchos tipos de trabajo. Quizá la recomendación es seguir aquellas actividades donde más nos sentimos fluir, donde más nos gusta y que, por lo tanto, mejoran nuestra actitud para seguir aprendiendo y mejorando. Y es que deberíamos perseguir nuestros sueños para poder dedicarnos profesionalmente a ellos, para poder dedicar nuestro talento, pues cuanto más nos acerquemos más satisfechos estaremos en el día a día, más gozaremos de lo que hacemos y del impacto de nuestro trabajo. Y si no podemos por la situación actual, sencillamente seamos prácticos y vayamos acercándonos todo lo que podamos. Hoy en día una persona puede cambiar su orientación laboral con solo dos o tres años, eso sí, con dedicación y esfuerzo, nadie regala nada, y menos en temas de talento.

Así que todos tenemos talento, sencillamente busquemos donde podemos aplicarlo mejor, pues esto influirá seguro en nuestra satisfacción vital y felicidad.

SABER TRABAJAR EN EQUIPO​

Se oye mucho hablar de talento, de lo importante que es para las empresas captar y retener el talento.

03/03/2016

En esta ocasión, Luisa Bravo viene acompañada de la experta en Coaching de Equipos, María Manzano, que nos habla de la importancia de dialogar y comunicarse en los equipos para mejorar la calidad en el trabajo

 

JUICIOS VERSUS HECHOS

La percepción de mi realidad.

La realidad no existe como tal como creemos verla, ya que hay tantas realidades como personas. El motivo es que cada individuo ve el mundo a través de sus propias creencias personales, sus valores, su cultura y sus experiencias previas, que son las lentes que nos condicionan a la hora de percibir una realidad, o dicho de otra forma, las gafas particulares que permiten a cada ser humano ver y entender la realidad. De aquí que cada persona tenga unos gustos y preferencias distintas, y lo que es bueno para ti, para mi puede ser lo peor. Es cuestión de juicios u opiniones, una distinción muy importante en Coaching Ontológico.

Calor o frio es un ejemplo de cómo hablamos en muchas ocasiones a través de juicios, porque cada uno de nosotros percibimos la realidad de la temperatura de una forma diferente. ¿Cuál sería el hecho con respecto a la temperatura? Lo que marque el termómetro. Por ejemplo 21 grados. Esto es un hecho, no un juicio. Lo mismo podríamos decir con grande o pequeño, mucho o poco, etc…La misma realidad cada uno la percibe de una forma y le asigna un juicio diferente porque cada persona tiene unas gafas o dicho de otra forma unos estándares diferentes.
Los juicios pueden ser el origen de muchos males, y en el trabajo se concentran muchos de ellos. Las personas somos seres que enjuiciamos constantemente. Ante cualquier situación lanzamos infinidad de juicios en nuestra cabeza y muchos de ellos los verbalizamos, por ejemplo: Maria es eficiente, la calidad de los productos que vende Pedro es pésima, Carlos sabe mucho de informática… Pero lo grave es que confundimos en la mayoría de las ocasiones estas frases con frases del estilo: Maria es venezolana, Pedro tiene 30 años, o Carlos tiene dos hijos, dándole, sin darnos cuenta, la misma validez a unas frases como a las otras, cuando la primeras son todas juicios, y la segundas son hechos.
Hay unos aspectos importantes a tener en cuenta con respecto a los juicios:

1. Los juicios que emitimos nos abren o nos cierran posibilidades constantemente, es decir nos influirán mucho en las acciones que podamos hacer después de decir u escuchar un juicio. Por ejemplo si digo u escucho que “Carlos no es de fiar” a partir de ese momento la confianza con Carlos está rota o a punto de romperse, si yo no confío en Carlos no le pediré que participe conmigo en mi equipo, o evitaré darle alguna responsabilidad. Con ese juicio sobre Carlos se han cerrado casi todas las posibilidades de trabajar bien con él.

2. Los juicios condicionan nuestro futuro. Los juicios que emitimos siempre vienen de nuestro pasado o nuestro presente, pero condicionan absolutamente nuestro futuro.

3. Los juicios no son ni verdaderos ni falsos, son fundados o infundados. El lenguaje, que no es nada inocente, y por ello debemos ser conscientes de esta importante distinción cuando expresamos nuestra forma de ver nuestra realidad.

VENDER ES BUENO

Vender es servir y servir es ayudar. La venta es la consecuencia natural de haber sabido escuchar​.

Por Sergio Gordillo Socio Director de Improven.

Vender es servir y servir es ayudar. Ser capaz de vender es ser capaz de poner en valor tus recursos (propios y de quien conoces) al servicio de un tercero que tiene una necesidad que quiere cubrir. Y para saber vender mejor hay que aprender a escuchar. Escuchar para entender, y no para hablar. Escuchar con la voluntad de poder ayudar. La venta es la consecuencia natural de haber sabido escuchar, comprender la inquietud para poder ofrecer tu ayuda y con ello solucionar un problema de un tercero. No saber vender es un síntoma de encerrarse en uno mismo, no acercarse a los demás y no saber leer y entender cuáles son las inquietudes que le pueden preocupar a una tercera persona.

Vender también es conocerse y tener seguridad en uno mismo, desde el punto de vista que si dominas una materia, crees de verdad en ello, lo has trabajado, has escuchado y empatizado con tu entorno, eres capaz de defender tu postura y lo sabes comunicar a los demás, ¡LO VENDES BIEN! Es la base en si misma del emprendimiento, y de la creación.

Cumplir la regla 1/3, 1/3, 1/3 nos ayudará a vender en cualquier campo. El primer tercio basado en el conocimiento técnico de la materia y/o tema concreto que se trata. Un segundo tercio psicólogo, para conocerte y conocer a las personas, empatizar con ellos, y el último tercio comercial para traducir el conocimiento en solución a lo que la persona le preocupa.

Hay esa reticencia de los profesionales que no son estrictamente vendedores/comerciales a actuar como tales dentro de su función porque se encierran en lo técnico, se refugian en su zona de confort que dominan y así justifican su no acercamiento a los demás. Es en esencia por un desconocimiento de sí mismos y de falta de empatía con las necesidades de las demás personas. Soy ingeniero, y qué miedo me dan los ingenieros que quieren hacer la máquina más fantástica del mundo por alimentar su ego, más allá de lo que necesite un tercero. Es una falta de equilibrio en la regla de los tres tercios.

Y por último hay que recordar la importancia en formarte siempre en lo que te gusta, escucharte a ti mismo y a los demás hasta la última gota, e intentar entonces ayudarles. La venta vendrá sola porque te creerán y te pedirán ayuda.

PONER EN MARCHA NUESTRO PLAN DE ACCIÓN.

De víctima a responsable

Recordemos del programa anterior que vimos la diferencia que existía entre decir que tenemos una visión profesional o decir que tenemos un sueño. Dijimos que cuando tenemos una visión, sentimos la fuerza que nos impulsa para hacer aquello que queremos conseguir. La visión es nuestro sueño puesto en acción. Es entonces cuando se dan pasos reales y concretos, y no me quedaré sentada o tumbada imaginando cómo lo voy hacer. Empezaré a hacerlo, haré un plan de acción, que no es otra cosa que poner negro sobre blanco los pasos que voy a dar. El Plan de Acción es el recorrido que debes trazar para llegar desde donde estás actualmente hasta donde quieres llegar, que es tu objetivo.

DEL SUEÑO PERSONAL A LA VISIÓN PROFESIONAL.

¿EN QUE CONSISTE LA ENTREVISTA DE TRABAJO?.

HOY POR HOY LOCOS POR VALENCIA

HOY POR HOY LOCOS POR VALENCIA